domingo, 25 de marzo de 2007

Un día recorriendo mi casa: BOGOTA


Son las seis de la mañana, un sol tenue me despierta, hoy decidí hacer un recorrido por Bogotá, mi ciudad. Salgo de mi casa a las 8 de la mañana, voy caminando hacia el sistema de transporte masivo transmilenio, antes paso por un parque, el cual tiene grandes árboles, y un espacio para que los niños jueguen, me relajo viendo a los vecinos (los jubilados del barrio) haciendo deporte, caminando y disfrutando el mismo ambiente. A continuación ante mis ojos aparece el centro comercial Bulevar Niza, supongo que ha esta hora de la mañana esta desocupado, y sigo mi camino hacia Transmilenio. Llego al semáforo, en donde ya se siente la aglomeración de gente que se dispone a tomar transporte igual que yo, llego a la caja, compro mi pasaje, e ingreso al sistema, orgullo bogotano, poco a poco empiezo a sentir empujones, la gente que va de un lado al otro mientras yo espero el bus que me lleva a mi destino, veo pasar los carros en la otra vía, cuando después de unos minutos llega el servio “expreso” H15, me monto en el bus, que como por variar va con sobre cupo, hay mucha gente, nadie me conoce, soy una completa extraña, y he aquí una muestra de “la ciudad como núcleo de la modernidad, el lugar donde sería posible desprenderse de las relaciones de pertenencia obligadas”1, cada individuo dentro de este bus, con el que estoy compartiendo mi espacio próximo, va al igual que yo pensando en sus intereses, y a ninguno se nos pasa siquiera por la cabeza pensar que esas personas que van a nuestro alrededor son eso, personas con historia y no un número mas en el sistema, el bus ya recorrió la suba, tomo la ochenta y la 13, en el paradero de la 76 se sube una señora embarazada, no hay puestos, un señor se para de la silla que ocupa y se la cede a ella, se convierte en héroe, el héroe cotidiano, que nadie conoce, y que nadie reconoce, al que a nadie en ese bus le importa quien es. Llego por fin a la estación de la 45, es otra odisea salir del bus, cuando por fin salgo veo un panorama de gente muy agitada que corre desesperada de un lado al otro, mirando su reloj, salgo del sistema y espero a que el semáforo peatonal le de vía a muchas personas que están junto a mi, subo por la calle que me lleva a cuatro parques, una esquina en donde los universitarios de la zona se reúnen a tomarse unas “polas” después de clase, claro que a esa hora de la mañana la concurrencia del lugar es mínima, las personas de la feria artesanal ubicada en el mismo lugar están terminando de montar sus cosas para vender, una gama inmensa de artículos empiezan a sobresalir, bolsos de mil colores, accesorios como collares y aretes, bufandas de diferentes estilos y prendedores, entre muchas otras cosas, tomo el túnel para cruzar la carrera séptima, (hay quienes aseguran que es la carrera mas difícil de pasar en la javeriana) a esta hora esta extrañamente solo, ya que en horas pico de la mañana y a medio día en este punto de circulación suelen formase trancones de dimensiones monumentales, paso sin ninguna dificultad. Veo la biblioteca de la universidad y a varios estudiantes que están en plan “tertulia” en las escaleras, paso por la cafetería central y al frente de la tienda javeriana sin mayor interés en lo que se exhibe en el mostrador de esta. Paso justo al lado de la parte “costeña” de la universidad, este lugar es muy particular ya que es el punto de encuentro de las personas que vienen de la costa del país, acá se observa en pequeña escala “cómo la aparente mayor comunicación y racionalidad de la globalización suscita formas nuevas de racismo y exclusión”2, y es muy lógico son una “rosca”, y para estar en ella solo hay que ser costeño, mal por los rolitos como yo, que no tenemos el acento de este pueblo, continuo mi recorrido a la facultad de Arquitectura y Diseño, en donde saludo a algunos amigos, enciendo un cigarrillo antes de entrar a clase, fumo mientras “adelanto cuaderno” con una amiga, se acaba el cigarro y es señal de que tengo que entrar a mi clase. Dos horas después salgo y me voy para el centro en donde me encontrare con mi novio para ir a almorzar, salgo de la facultar haciendo el mismo camino de llegada pero a la inversa, y al salir del túnel subo hacia la séptima para coger el bus que me llevara al punto de encuentro. Espero unos pocos segundos cuando tomo el bus indicado, me subo, pago y me siento, se escucha un vallenato clásico de bus, unas cuadras mas adelante se sube al un artista urbano que reafirma el concepto de que “las ciudades no sólo como un fenómeno físico, un modo de ocupar el espacio, sino también como lugares donde ocurren fenómenos expresivos”3, este es un rapero, e interpreta una canción en donde expresa las desigualdades sociales a las que esta expuesto, la falta de ayuda del gobierno, el no tener acceso a educación y muchos otros problemas que viven muchos bogotanos. Los pasajeros del bus, muchos indiferentes a este cantante siguen “meditando” o conversando en su trayecto, el artista urbano se baja del bus con algunas monedas recolectadas y seguirá su camino para “levantarse” la platica para poder vivir. Llego a la 19, me bajo del bus y camino hacia la plaza de Bolívar, lugar en donde me encontrare con mi novio, esa parte del centro es la locura, el ambiente es pesado, miles de carros, buses, ruido, y olores me ponen un poco nerviosa. Tomo la séptima y llego a la plaza, lugar en donde cientos de palomas vuelan en su hábitat que ahora es el natural, en el recorrido observo uno que otro turista desprevenido tomando fotos y disfrutando de esta parte histórica de la ciudad, me detengo un momento a ver el palacio de justicia, y no logro imaginar como un lugar que hoy esta tan calmado y tan “limpio” pudo ser un día el sitio de uno de los acontecimientos mas sangrientos del país, miro al centro de la plaza y veo a lo lejos a mi novio, me acerco a el, lo saludó y…

CONTINUARA…


1.Nestor Garcia Canclini, Culturas Urbanas de fin de Siglo: la mirada antropologica, pag.6
2 Nestor Garcia Canclini, Culturas Urbanas de fin de Siglo: la mirada antropologica, pag.11

3 Nestor Garcia Canclini, Culturas Urbanas de fin de Siglo: la mirada antropologica, pag.7

domingo, 11 de marzo de 2007

CINE

“El Hombre de la cámara” es la primera película que maneja sobré posición de imágenes, fue creada por Ziga Vertov (Ruso, 1929), en esta cinta se manejan 3 tiempos, el de grabación, un tiempo subjetivo y el tiempo de montaje; este concepto permite interrelacionar dos de los tiempos y crear nuevos conceptos. Esta creación es el comienzo de los medios multimedia. El cine permite el entretenimiento de masa, forma al hombre como un ser visual y crea además nuevas formas de decir las cosas (nuevos lenguajes). Los principales elementos del cine son:
Cambios de percepción
Apreciación
Manejo espacio corporal
Composición, recomposición, construcción y reconstrucción de subjetividades.
Desarrollo de nuevos procesos mentales
Cambio formas de organizar información (narrativa, lenguaje)
Cambios en el manejo del tiempo

A continuación muestro una secuencia de imágenes del proyecto que estoy realizando actualmente (con Julis una compañera de la U. Autónoma y Leo un compañero de la U. Nacional) . el proyecto consiste en el estudio de bogota, enfocándonos en una localidad para posteriormente analizar a un grupo emergente de la zona, y junto al usuario diseñar un producto.